EL MACHISMO EN EL CINE

De cara a la celebración de las reivindicaciones del 8 de marzo, día de la mujer, os hacemos revisión de varios ámbitos o escenarios que reproducen modelos machistas de comportamiento y consumo. 

En este caso haremos unas anotaciones sobre el mundo del cine. Un medio que se cuela en nuestras casas y forma parte de la cultura popular. Este medio de comunicación, desde que se creó reprodujo ante los ojos de toda la sociedad unos roles que han imprimido un imaginario que damos por bueno o “normal” de tanto repetirlo. No vamos a pararnos sólo en las películas de princesas “Disney” donde desde bien pequeñas se nos planteaba una relación tóxica, donde la mujer es frágil e incapaz de sobrevivir sin la necesaria aparición del príncipe. Este príncipe para mas inri, salvará a la princesa (por ejemplo La bella durmiente, o Blancanieves) realizando un acto de abuso sexual, besando a la mujer indefensa e incapaz de consentir dicho beso. Tuvieron que llegar Pocahontas (que protegió a su pueblo y al cretino de John Smith) o Mulán (que no era ni princesa pero salvó a toda China) para empezar a cambiar el paradigma de protagonista femenina. Ya son otra cosa. Encima hay que dar las gracias de que sean versiones de cuentos de Disney, porque ya podemos imaginar el grado de abuso si fueran producciones de Youporn

Igualmente en el cine más adulto la tendencia va cambiando y ya hay películas y series con fuertes protagonistas femeninas. 

Afortunadamente Disney va actualizándose y sacando al mercado películas infantiles donde las protagonistas son las heroínas y no necesitan un alter ego masculino salvador como el caso de Frozen, Brave, Encanto…

Sin embargo veremos 3 ejemplos de hitos del celuloide, películas muy conocidas que forman parte del imaginario colectivo, y presentan argumentos machistas que son totalmente rechazables.

Lo que el viento se llevó (1939)

Aunque se estrenó hace más de 80 años y sea una obra maestra del cine de la época, eso no impide que nos demos cuenta de que las actitudes de dos de sus protagonistas no son igualmente recibidas: mientras la mujer modélica es Melania, calladita y obediente, Scarlata es presentada como una impertinente que se aleja del estereotipo de perfecta sumisa asignado al rol femenino de la época.

Grease (1978)

Hablamos del musical de los musicales. Aunque se pueden ver atisbos de feminismo (en el personaje de Rizzo), la protagonista principal, bastante reprimida y miedosa, renuncia a su verdadera forma de ser para adaptarse a los gustos del chico protagonista.

Pretty Woman (1990)

Una película que romantiza e idealiza la prostitución, contando una historia bastante alejada de la realidad. Pero se reduce a la historia de un hombre rico que con dinero puede comprar lo que quiera, incluso a una mujer.

Esos son ejemplos de machismo en las historias que reproducen las películas. Pero el machismo en la industria del cine traspasa la pantalla.

¿Sabes quién inventó el cinematógrafo? Recordamos el nombre de Georges Méliès o los hermanos Lumière y, sin embargo, muy pocos son los que reconocen la labor de una pionera del séptimo arte olvidada por el simple hecho de ser mujer: Alice Guy.

La primera persona en dirigir una película de ficción. Fue pionera en los efectos especiales, la ciencia ficción fílmica, el lenguaje cinematográfico (planos, iluminación, attrezzo, montaje, caracterización…) y fundadora de lo que sería la profesión de productor o productor ejecutivo. Asimismo, fue la primera persona que logró mantenerse económicamente a través de dicha profesión.

La historia del cine atribuyó sus películas a su marido, a anónimos, o nunca fueron mencionadas, pero es imposible entender la obra de Méliès y demás directores de los primeros años de cine sin su influencia. https://www.youtube.com/watch?v=WTGeNPoMMIE

La joven, que entonces sólo contaba con 19 años, fue forzada a hacerla. El director acabó nominado en los Oscar de 1973 y su filme es recordado como uno de los clásicos de los setenta. Ella, por su parte, pasó su vida entre centros psiquiátricos. Por fin en 2016, una historia cien veces contada e ignorada se hizo viral y se condenó en bloque.

La industria cinematográfica esta podrida por dentro, sí, como tantas otras, siempre se han dado casos de hombres poderosos que han usado su posición dentro de la industria para chantajear a mujeres.

Mucho ha resonado el caso del productor Harvey Weinstein, la “punta del iceberg” dentro de un sistema rígido de abusos y menosprecios. En este caso, varias actrices denunciaron acoso sexual por parte de este hombre, en ocasiones presionando con de dejar a dicha actriz fuera del mapa fílmico. Estas denuncias dieron pie a todo tipo de reivindicaciones y manifestaciones como la campaña del #MeToo que miles de mujeres aprovecharon para relatar sus propias historias de abuso. En España la escritora Cristina Fallarás lanzó el #Cuéntalo con similar intención.  

Pero hay muchos más weinsteins en el mundo del cine y no fue culpable solo este hombre. Cientos de actores, productores, directores, guionistas, etc. eran conocedores de la situación y ninguno lo denunció. Por lo tanto se puede decir que con cómplices de dichos abusos. ¿Cómo no iban a serlo?, si esos mismos hombres cobraban más que sus compañeras femeninas.

Sí, porque el mundo del cine tampoco se libra de la brecha salarial. Las actrices, que son la cara visible de esta industria, siempre han cobrado menos que sus coprotagonistas masculinos. Solo en casos excepcionales, donde el hombre renunció a parte de su sueldo, pudo la mujer cobrar lo mismo que su compañero.

Podríamos seguir hablando de cuántos puestos de responsabilidad ocupan mujeres o el porcentaje de premios de la industria del cine que reciben las mujeres frente a los hombres. Daría para otro artículo muy largo pero seguro que os hacéis a la idea.

Por eso, porque no hay que dar más explicaciones. Porque todas conocemos historias de desigualdad entre mujeres y hombres, el feminismo sigue siendo necesario y la lucha por el feminismo, por la igualdad, imprescindible.

Nos vemos el 8M.

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